La enfermedad cardiovascular (ECV) es la primera causa de muerte en el mundo. En las últimas décadas, si bien el tratamiento y control de algunos factores de riesgo (FR), como la hipertensión y la dislipidemia, han mejorado, el manejo de otros FR, como el sobrepeso, obesidad y sedentarismo, no ha tenido la misma tasa de éxito.
La rehabilitación cardiovascular, busca preparar a los pacientes que presentan enfermedades cardiovasculares, pulmonares y metabólicas con la finalidad de controlar factores de riesgo, mejorar la capacidad funcional y calidad de vida a través de un programa de ejercicios controlados y de educación de cambio de comportamiento del estilo de vida.
¿Rehabilitación en pacientes post COVID?
Hoy en día nos vemos enfrentados a que el coronavirus puede dejar importantes daños, tanto a nivel respiratorio y muscular. Por ello, si bien las secuelas pueden ser variables, es fundamental controlarse para lograr una óptima recuperación y rehabilitación posterior a la enfermedad.
Es un programa integral destinado a mejorar la capacidad de ejercicio y la calidad de vida de aquellas personas que:
- Pacientes post COVID con molestias a nivel respiratorio y muscular
- Han tenido un evento cardiovascular (infarto, angioplastía, cirugía de corazón o de arterias).
- Presentan factores de riesgo cardiovascular (Hipertensión, diabetes, obesidad, dislipidemia, sedentarismo, etc.)
- Necesiten de supervisión para reiniciar su actividad física.
El Programa de prevención primaria, secundaria y/o terciaria está destinado a pacientes con factores de riesgo o con diagnóstico de:
- Enfermedades cardiovasculares: Coronaria (post-cirugía, infarto de miocardio), insuficiencia cardíaca, valvulopatías, hipertensión arterial, accidente cerebrovascular.
- Enfermedades pulmonares crónicas: EPOC y fibrosis pulmonar.
- En rehabilitación cardiovascular y pulmonar Fase II y III.
- Trasplante de corazón y pulmón.
- Obesidad o exceso de peso.
- Diabetes.
- Enfermedad vascular periférica.
- Hipercolesterolemia.
- Enfermedad de Parkinson.
- Fragilidad y sarcopenia.
¿Cual es el tratamiento indicado?