La unidad de Medicina permite la entrada del paciente al momento de tener alguna molestia, dolor o posible enfermedad. Por eso, hemos integrado a nuestro centro kinesiológico, médicos generales, internistas, traumatólogos y psicólogos que permiten entregar una solución integral a las necesidades del paciente, o derivarlo a una especialidad si es necesario.

Esta especialidad se basa en una atención integral a todas las enfermedades que tienen relación con los pacientes desde los 15 años de edad, tanto en forma ambulatoria, como con hospitalización, excluyendo las que necesiten atención quirúrgica, psiquiátrica o gineco-obstétrica. También incluyen controles en personas sanas dirigidas a la prevención y detección precoz de enfermedades y la promoción de la salud, inmunizaciones (vacunas) y chequeos de salud, entre otros.
Un médico internista es aquel que una vez terminada la escuela de medicina, dedica tres años más a perfeccionarse en medicina de los adultos, y si así lo desea, puede seguir estudiando dos años para especializarse en un área (subespecialidad) más específica.
¿Cuando acudir a un médico internista?
La recomendación es consultar con un médico internista cuando se desarrollan enfermedades o síntomas de manera simultánea, ya que su orientación evita consultar a un subespecialista distinto por cada uno de los problemas.
Los médicos internistas están capacitados para diagnosticar y tratar múltiples enfermedades que afectan a distintos sistemas del cuerpo, así como también para derivar con el subespecialista más adecuado en cada caso.
¿Qué se puede tratar con medicina interna?
- Examen físico integral
- Tratamiento de problemas de salud simples y complejas
- Manejo de enfermedades crónicas
- Colaboración con especialistas
- Cuidado preoperatorio y postoperatorio
- Edemas o hinchazón en piernas o generalizada.
- Diarrea de más de dos semanas.
- Dolor en articulaciones.
- Palidez o anemias.
- Problemas del ácido úrico como gota.
- Problemas del colesterol y de los triglicéridos.
- Problemas complejos de cualquier índole.

- Diabetes mellitus o azúcar alta.
- Hipotiroidismo o hipertiroidismo y otras enfermedades de la glándula tiroides.
- Hipertensión arterial o tensión alta.
- Dolor de pecho que se produce cuando se hace ejercicio.
- Enfermedad renal.
- Manejo de la obesidad.
- Enfermedades del corazón como la insuficiencia cardiaca.
- Asma y bronquitis.
- Fatiga o dificultad para respirar de forma crónica.